lunes, 11 de mayo de 2009

Interrupciones

De pronto,
en algún momento del día me detengo para recordarte,
hacer conjeturas sobre lo que estas haciendo,
tus planes,
tus deberes,
tu forma de sonreír,
tu forma de pensarme…
sobre todo eso:
La forma en que me diagramas en tu cabeza.
En tu corazón.
Finamente me enredo con la vida cotidiana
y la ilusión de que soy para ti tan importante como tú lo eres para mí.
Respiro profundamente,
saco fuerzas para seguir adelante,
no solo con mi vida,
también con la ilusión de que el recuerdo es tan amplio
como la sonrisa que dibujas cuando te encuentro
cuando llenas el vacío de mis lagunas mentales
y ese rincón de mi corazón en el que entraste y nunca abandonaste…

Maoavellaneda.
ABUSO

Si supieras…
Si por lo menos imaginaras
Todo lo que pienso…
Lo que hago contigo
Mientras no estas a mi lado.
Imagino, deseo, vivo…

Mi mente perfora tu intimidad.
Recorre tu cuerpo.
Abusa de tu espalda.
Seduce tus piernas.
Espía tus senos.
Toca tus nalgas.

Si.
Vuela mi mente hacia ti,
Recorre el espacio más confidencial de tu cuerpo.
Se aloja en tu cabello y sin más preámbulos
Rompe tus barreras.
Franquea tu defensa.

Sin pedir permiso,
Entra por tus labios,
Juega con tu lengua y de un solo salto,
Crea un carnaval de esencias, licor y pétalos en tu ombligo.
Hace hasta lo que no se puede escribir.
Abusa de ti.

Mi pensamiento se vuelve incisivo
Y quiere más:
Muerde tus músculos,
Acude a tu cuello para beber de ti
Se extasía en tu mirada,
No sin antes esculcar en tus caderas.

Mi mente no mide tiempo ni espacio ni lugar…
Solo se interesa por ti.
Esa es mi mente curiosa e imprudente,
Abusiva y arbitraria.
Y ese es tu cuerpo imaginado por mi mente:
Delicioso, ameno, placentero…

Maovellaneda.
CUENTO RAPIDO DE HADAS PARA ALGUIEN QUE QUIERE DORMIR Y NO PUEDE PORQUE PIENSA QUE LE FALTÓ ALGO POR HACER EN ESTE DÍA.

Se encontraba el Hada recostada entre las hojas secas que hacían una alfombra bajo los árboles esperando que algo llegara del cielo para poder dormir con la tranquilidad de tener un momento feliz en ese día tan agitado. De pronto, algo silbaba desde lo más alto del cielo y se dirigió justo a los labios del Hada; era un beso que raudo caía desde otra dimensión enviado por un caminante que lo dejó al azar posado sobre el cielo infinito para que al final de su recorrido buscara esos bellos labios que lo recibirían con agrado. Así la bella hada durmió tranquila con su momento feliz y con el compromiso de buscar posteriormente un caminante que posa besos al azar para devolverle el momento feliz con un tibio abrazo y una guía en sus pasos nocturnos y besos llenos de felicidad.
Fin.
Maoavellaneda.