martes, 7 de octubre de 2008

MIENTRAS DORMIAS


I.

No es cierto lo que crees que coloqué algo en tu bebida, pues si recuerdas nunca abandoné el sofá. No toqué tu vaso más que para servir tu primer y único sorbo de vino y tampoco manipulé de manera extraña la botella. Tomaste la primera copa de ese vino chileno que habías escogido un par de horas antes y que fue pasado por hielo durante la previa. Luego, como lo debes recordar, estabas sentada junto a mí y lo tomaste de un solo trago con una leve interrupción como para tomar aire antes del final. Dejaste tu copa vacía en el piso junto al sofá e inclinaste tu cabeza hacia mis piernas como usándolas de almohada; en seguida tus piernas subieron al sofá y como por instinto empecé a jugar en tu cabello mientra sostenía mi copa a la altura de los ojos, tratando de descomponer la receta y contemplando el baile del oscuro liquido en el cristal al ritmo de una bella canción que tu también habías escogido ¿lo recuerdas? Sólo al final de la canción y ya cuando el vino era escaso en mi copa, me percaté que mis dedos habían pasado de tu cabello al contorno de esas mejillas que tanto me gustaba besar cuando te encontraba o te despedía y que antes de esta cita eran mi más preciado logro contigo. ¿Te parece justo que un beso en la mejilla haya sido el mayor logro obtenido por tantos años de quererte en silencio?
Me dediqué a hacer lo que ya te describí y al darme cuenta que dormías solo jugué con tu cabello, tus mejillas y debo confesarlo: bajé mi mano a tu pecho hasta la frontera que marcaba la ropa. Fue leve el roce de mis dedos, de otra forma habrías despertado, y aunque si pasó por mi mente husmear tu intimidad no lo hice pues mi mano llegó sólo hasta tu cintura. Debo confesar además, que traté de levantar tu falda pero no fue necesario llegar al pecado pues tu movimiento de piernas la llevó hasta el límite de mi malicia. Pasó mucho, mucho tiempo, afortunadamente la botella de vino estaba a mi alcance y pude disfrutarla casi en su totalidad así como la música, mientras tú soñabas quién sabe con qué diablos porque te retorcías como si estuvieras tratando de librarte de una soga que te amarraba y entre tantos movimientos pensé: -si durmiéramos juntos tendríamos problemas-. Al final de otro trago me di cuenta de que tus ocasionales movimientos hacían subir la faldita hasta el termino en que tus muslos me ponían ansioso y si bien quise subirla más, tus movimientos la llevaron donde con un esfuerzo la punta de mis dedos logró rozar tu piel y eso sólo lo hice porque con tanto movimiento tu cabeza me obligó a abrir las piernas, acomodarme un poco y aflojarme el pantalón.
Eso fue lo que pasó. Aunque no coincide con lo que pensaba: te confieso que en mi mente quise que mis manos fueran más largas, quise tener más manos y quise que fueran más atrevidas. Sobre todo eso, más atrevidas y creativas. Pero siempre pretendí llegar a explorar tu intimidad con el sabor del triunfo después de persuadirte, mi reto, no mientras dormías.

II.

Yo estaba muy emocionada. Te juro que al escoger el vino sentí malicia por lo que pudiera pasar. Pero eras tú, y sabía que después de tantos años tendríamos que estar muy locos para pensar en algo más que una linda amistad.
Sabes que quiero tener siempre el dominio de la situación por eso elegí la música y me dejé atender con el vino. Noté que la copa era muy grande y casi la llenaste como retándome a beber y sin pensarlo dos veces te demostré que podía empujarla de un solo sorbo. Me estaba ahogando, por eso tuve que parar un momento intentando que no lo notaras y empecé a sentir el calor del licor por todo mi cuerpo. Debo sentarme para no hacer el ridículo - pensé- , me ganó la cabeza y…
En adelante, solo recuerdo que te vi de una manera distinta, como el hombre guapo que me parecías antes de ser amigos, y sabía que tú no eras indiferente a mis coqueteos esporádicos sólo por probarte. Sentí tu mano en mi cabello, eso me excitaba, pero tocaste mi rostro y sentí la mano de mi padre, cuando solía acariciarme. Aún así, traté de neutralizarlo llenando mis pulmones de aire para que mis senos se notaran más pronunciados y quería en realidad que me tocaras pero tus dedos seguían siendo ariscos a mis deseos, pasaban y pasaban una y otra vez por el contorno de mis pechos pero no llegaban a sobrepasarse, ¡qué malditos tan respetuosos! Fue mucho tiempo el que esperé con ansia que me tocaras más allá, inclusive empecé a sentir cosas mas abajo, me puse nerviosa y empecé a frotar las piernas como queriendo consentir mi sexo pero lo único que logré fue escalofríos pues la falda descubrió mis piernas.
No podía ser tan evidente pues a pesar de querer tener el dominio de la situación no era correcto tomar la iniciativa, además porque a mi no me achacarías responsabilidad en esto ¡no señor! Sin embargo quise ser sexy, quise excitarte y con movimientos de cadera logre subir más la falda, quería ponerme a tu alcance y por un momento sentí que lo lograba, eso me provocaba mucho y empecé a frotar tu sexo con mi cabeza hasta que sentí que se abría tu pantalón y ya me di cuenta que estaba siendo muy evidente. Me concentré en la parte de abajo, en mi entrepierna y quería tu mano ahí pero noté que solo tocabas mi cadera y el borde de mis muslos, como jugando con el encaje. Pero te quedaste ahí, sin avanzar. ¡Qué manos tan cortas! –pensé-.
Definitivamente el trago me volvió loca, no vuelvo a tomar vino, y menos así de rápido. ¿Qué me echaste en el vino? Mi falda estaba muy arriba, estaba semidesnuda ¿qué diablos me pasó? Me comporté como una puta; Me preguntaba, -¿Ahora qué va a pensar este man de mi?- entonces mejor me hice la loca y salí corriendo, no tuve otra opción que echarte el agua sucia, culparte por tu “atrevimiento” y esconder mi vergüenza en tu inocencia, en mi sueño mientras me hacía la que dormía.


Maoavellaneda.

3 comentarios:

Andrés Badillo dijo...

Estupendo.

HADA MALVADA dijo...

Que pases un lindo dia.............por que mi noche sera muy buena gracias a tu cuento.

Un amigo me dijo que algo mejor que leerlo es imaginarlo.........y saben que? tenia toda la razon.

HADA MALVADA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.